27 mayo 2006

Corrupción al servicio de la publicidad

-- Interrumpimos la programación habitual para una información innecesaria de último momento. --

Cuentan las malas lenguas que al dueño de una despampanante concesionaria de autos importados en Av. Del Libertador (a la altura de Vicente López) se le ocurrió una peculiar campaña de publicidad.

"Donó" la módica suma de 1.000 pesos argentinos a la comisaría del barrio y pidió un simple favor a cambio. Que se haga, por las noche, un control rutinario vehicular (como esos que hay en las salidas de Gral. Paz) justo en la puerta de su negocio. Y cuando digo "justo", digo "exactamente justo". El local tiene un frente enooooooooorme vidriado, en donde se pueden ver maquinas infernales. BMW, Porsche, Mercedes. Nada baja de los 80.000 dólares.

Pero por supuesto que no se olvidó del targeting, y dejó bien en claro su consigna: No se les ocurra parar a ningún auto de menos de 60 lucas verdes. Pero mucho menos se les ocurra dejar pasar sin frenar a un auto de ese valor.

Anoche pasé; por supuesto que no me frenaron. Había 2 Audis y un BMW parados. Los policías, verificando los papeles durante 10 minutos. Los conductores, mirando con ojitos cariñosos hacia la vidriera.

¡Genial! La campaña más útil por ese precio que podía llegar a inventar.

-- Señor lector, no es ni necesario ni productivo leer el resto de este post. --

Y como toda buena idea merece ser copiada(?), propongo:
  • Nuevo control reglamentario de sobrepeso (Ley 16.322); en la puerta de cada panadería.

  • Chequeo obligatorio de mamas para prevenir el cáncer; en la puerta de cada Kosiuko.

  • Verificación de antecedentes criminales para hombres de 15 a 40; en la puerta de cada prostíbulo.


Después no me vengan a decir que no les avisé.

-- Finalizado el desvarío, los dejamos nuevamente en manos de Mato, que tiene la posta. --

4 comentarios:

Matias Cheistwer dijo...

jejeje

Anónimo dijo...

Lo peor de todo es que es verídicamente cierto!

Matias Cheistwer dijo...

y como te enteraste?

Anónimo dijo...

Digamos que "tengo un amigo, que tiene un amigo".

Je, el dato es más que certero y confiable.